Con Laminados Industriales, se suma un jugador al polo regional del acero
Cristina inauguró la primera etapa de un proyecto que prevé
avanzar en la integración productiva. La presidenta pidió “memoria” a
la clase media y “sensatez” a los trabajadores.
Con la entrada en producción de la planta de
Laminados Industriales, el cordón siderúrgico ubicado entre Villa
Constitución incorpora un nuevo actor de peso. La empresa del grupo
Beltrame inauguró ayer la primera etapa de un proyecto que, en 5 años,
pretende integrar la producción de chapa gruesa con la instalación de
una acería que provea la palanquilla, insumo básico del proceso
productivo.
Por ahora trabaja con un turno de producción, de 60
personas, pero se espera que rápidamente el plantel se duplique. Su
producto principal está destinado, no exclusivamente pero sí
fundamentalmente, a abastecer a la industria naval. Es la segunda
fábrica en Sudamérica de laminados para este sector. "Hasta su
privatización, Somisa tenía un tren de laminación de características
similares, pero luego de la venta lo vendieron a Brasil", dijo la
presidenta, quien recordó: "Una inversión como esta era impensable en
los 90".
A pocos días de la marcha opositora del 8N, la jefa
de Estado contraatacó con la escenificación territorial de los motores
del modelo que más adhesión generan: la reindustrialización y la
recuperación del empleo. E interpeló a dos sectores: a los caceroleros y
a los trabajadores.
A los primeros les recordó que, más allá de "si una
es más o menos simpática", el proceso de reindustrialización de la
posconvertivilidad es la base sobre la que se recuperó también la clase
media. Y alertó sobre la confusión que los que quieren volver al orden
ultraconservador pueden sembrar sobre "muchos sectores de la población
que, con buenas intenciones, muchas veces fueron manipulados".
Subrayó
que "si en algún lugar se sabe cómo se caía todo en 2001 es en Villa
Constitución y en Rosario, que pasó a ser la capital de la
desocupación". E instó a "tener memoria" porque "el 2001 no está tan
lejos".
Subrayó, en ese sentido, la vocación de recuperar "un
proyecto de país industrial, policlasista, que valora a sus
científicos, que crea empleo y que instrumenta la asignación universal
para los que todavía no han llegado a la inclusión plena".
Pero creyó oportuno enmendarle la plana a los
trabajadores. Y usó el caso de Paraná Metal, que cerró hace 2 años y que
reabrirá en una versión reducida de lo que fue, para marcar los límites
del modelo. Dijo que la firma "es un ejemplo de cómo la obsolescencia y
los conflictos terminan perjudicando a los trabajadores". Y reclamó a
los obreros que "no renuncien a sus reclamos pero tengan sensatez en un
momento complicado" de la crisis internacional. "Hoy, como en 2009,
mejorar la producción y la eficiencia es la forma de seguir adelante",
enfatizó.
Paraná Metal abre con una versión más reducida
La presidenta Cristina Fernández presidió el anuncio
de la reapertura de Paraná Metal, la histórica fundición de Villa
Constitución que fue cerrada en 2010 luego de años de crisis,
desinversión y, finalmente, un prolongado conflicto que se resolvió a
favor del grupo inversor, que ahora busca retomar la producción.
A 2 años del cierre, el titular de la firma, Daniel
González, anunció la reapertura de la planta que, se estima, ocupará
poco más de un centenar de trabajadores. “Invertimos $138 millones desde
2009, de los cuales 39 millones fueron para renovar equipos”, dijo el
directivo de la firma vinculada a Indalo, de Cristóbal López.
Junto al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y al
secretario de Transporte, Alejandro Ramos, el empresario dijo que ya hay
una orden de compra para las piezas de la empresa y que “se cerró un
acuerdo con la Ford de Brasil”. Cristina saludó la iniciativa apelando a
“la unión del capital y el trabajo”.
Antes del cierre, la empresa contaba con 900 trabajadores.
"Queremos ser protagonistas"
“Vemos decisión y voluntad política, por eso queremos
ser protagonistas de este proceso de reindustrialización”, dijo el
presidente de Laminados Industriales, José De Martino, durante el acto
de inauguración de la fábrica de chapas gruesas de Villa Constitución.
El anfitrión de la jornada levantó a la muchachada
kirchnerista cuando, en el que discurso que precedió a los de las
autoridades provinciales y nacionales, realizó un enfático discurso a
favor del modelo. Recordó que durante 2009 mantuvo una audiencia en la
Casa Rosada con Cristina, quien estaba acompañada por la entonces
titular del Banco Nación Mercedes Marcó del Pont y la ministra de
Industria, Débora Giorgi. Recordó que la entidad financiera nacional
aportó el 50% del financiamiento para el proyecto que ayer se inauguró.
De Martino explicó que el grupo Beltrame, líder en el
sector de la laminación en Europa, “decidió establecerse en la
Argentina” para construir la segunda planta de chapa gruesa de
Sudamérica. El producto se usa en la industria naval, minera, la
construcción de puentes, gasoductos y parques eólicos.
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